El mercado europeo reaccionó con fuerza tras un repunte abrupto en las acciones de Alemania, donde Puma registró un avance cercano a 19 por ciento luego de que surgiera el interés preliminar de dos empresas chinas por una posible compra. El movimiento impulsó el valor de mercado de la firma en un contexto marcado por presiones competitivas y un año de debilidad operativa.
Las cotizaciones de Puma cerraron en 20.22 euros por acción y alcanzaron una capitalización cercana a 3 mil millones de euros. Además, las compañías Anta Sports y Li Ning evalúan una oferta conjunta con apoyo de fondos privados, aunque la caída de 54.42 por ciento en el valor de Puma durante el año complica la negociación con Artemis, su principal accionista.
Interés internacional y valoración actual
El potencial acercamiento ocurre mientras Puma enfrenta un proceso interno de reinicio estratégico tras una caída significativa en ventas. Por otro lado, la empresa japonesa ASICS aparece como posible interesada en nuevas conversaciones, lo que amplía las opciones de consolidación en el sector.
Asimismo, Li Ning afirmó que no ha iniciado negociaciones sustanciales, lo que mantiene la operación como una posibilidad temprana dentro de un mercado altamente competitivo. También destacan los retos de Puma frente a competidores como On Running, Hoka y Adidas, que ganaron participación durante los últimos años.
Presión competitiva e impacto en el desempeño de Puma
El entorno posterior a la pandemia provocó inventarios elevados y pérdida de confianza de consumidores, factores que redujeron el ritmo comercial de la marca alemana. De igual manera, el cambio directivo ocurrido en abril, con la llegada de Arthur Hoeld en sustitución de Arne Freundt, busca restaurar la trayectoria de crecimiento. Puma experimentó una caída acumulada relevante desde finales de 2024 debido al ajuste en ventas y a la dinámica más intensa del sector.
El valor de Puma retrocedió desde 44.36 euros a finales de 2024 hasta niveles cercanos a 20 euros por acción.











