Futuro del sector energético mexicano dependerá de un equilibrio real entre inversión pública y privada. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advirtió que el rediseño del mercado eléctrico requerirá esquemas de colaboración que garanticen seguridad energética, innovación tecnológica y sostenibilidad financiera a largo plazo.
El organismo enfatizó que los desafíos de generación, transmisión y distribución exigen una planeación conjunta que atraiga capital y mejore la eficiencia del sistema. También subrayó la necesidad de asegurar un entorno regulatorio transparente que brinde certidumbre a los inversionistas y fomente la participación del sector privado en nuevas infraestructuras energéticas.
La participación privada impulsará la competitividad eléctrica
El IMCO explicó que las asociaciones público-privadas pueden acelerar proyectos de generación limpia, modernizar redes y reducir pérdidas técnicas. Este enfoque permitiría cubrir el incremento esperado en la demanda eléctrica nacional y fortalecer la transición energética.
Además, la institución señaló que la participación empresarial no debe limitarse a la inversión directa, sino extenderse al desarrollo de innovación, almacenamiento y digitalización del sistema eléctrico. De igual manera, consideró fundamental incorporar mecanismos de evaluación de desempeño que permitan medir el impacto de las alianzas y su contribución al crecimiento económico.
Por otro lado, el IMCO destacó que México requiere políticas públicas orientadas a diversificar las fuentes de energía y mejorar la coordinación entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y los operadores privados. El informe concluyó que el país enfrenta una oportunidad estratégica para consolidar un modelo eléctrico competitivo y sostenible, basado en colaboración efectiva y responsabilidad compartida.