La transformación del entorno laboral en Argentina avanza hacia una gestión más eficiente y sustentable. Las oficinas inteligentes, impulsadas por soluciones de automatización y análisis de datos, están redefiniendo el uso de los espacios corporativos en un contexto económico donde la eficiencia se vuelve una necesidad estructural.
Empresas líderes del mercado local comenzaron a implementar tecnologías que permiten monitorear en tiempo real variables como el nivel de ocupación, la iluminación, el consumo energético y el clima interior. Este enfoque, facilitado por sensores y plataformas de gestión integradas, permite ajustar los recursos físicos a la demanda efectiva, lo que reduce costos operativos y mejora la experiencia de los usuarios.
Oficinas inteligentes como eje de ahorro y estrategia inmobiliaria
La compañía Argenprop Corporativo estima que estas soluciones logran un ahorro energético del 30% y una disminución del 25% en el gasto de mantenimiento de las instalaciones. A su vez, permite repensar el layout de las oficinas, eliminando metros cuadrados subutilizados, lo que genera un impacto directo en la rentabilidad del metro cuadrado alquilado o propio.
En consecuencia, el modelo tradicional de oficinas fijas se encuentra en retroceso, dando paso a esquemas híbridos y flexibles, donde la infraestructura se adapta dinámicamente a la ocupación real. Este cambio también responde a las nuevas expectativas laborales pospandemia, en las que se prioriza el bienestar, la flexibilidad y la eficiencia.
Del mismo modo, la gestión de los recursos en tiempo real facilita decisiones estratégicas sobre expansión o reconversión de espacios, aportando agilidad operativa en un mercado volátil como el argentino.
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