La demanda por espacios de recreación privados en México avanza como un reflejo del dinamismo económico en segmentos residenciales y turísticos. El mercado de albercas en el país registra una proyección de crecimiento de 53 por ciento acumulado en los próximos nueve años, impulsado por nuevas construcciones habitacionales, hoteles y desarrollos recreativos. Este repunte confirma la importancia de un sector que integra a la industria de la construcción, la innovación en materiales y la prestación de servicios especializados.
Expansión residencial y turismo impulsan el mercado de albercas
El desarrollo inmobiliario en ciudades medias y destinos turísticos consolida el aumento en la instalación de albercas, tanto en proyectos verticales como horizontales. Asimismo, la creciente competencia en el sector hotelero lleva a las cadenas a invertir en amenidades diferenciadoras, en las que el diseño de albercas modernas tiene un papel central. Del mismo modo, el interés de los consumidores por bienestar y estilo de vida refuerza la tendencia.
La profesionalización del sector también es clave. Las empresas mexicanas han comenzado a incorporar tecnologías de automatización, sistemas de filtrado con eficiencia energética y materiales más sostenibles. En consecuencia, el mercado de albercas no solo crece en volumen, sino en sofisticación.
Por otro lado, la diversificación geográfica es un factor relevante. Mientras la demanda en estados del norte está vinculada al segmento residencial, en el sur y el Caribe mexicano predomina el componente turístico. Además, la inversión extranjera en destinos como Quintana Roo acelera la necesidad de mayor infraestructura de ocio, donde las albercas constituyen un elemento indispensable.
Los datos más recientes estiman que la industria de albercas en México alcanzará un valor de 646 millones de dólares en 2032, cifra que confirma la fortaleza de un mercado en expansión.