La estrategia energética de Toyota da un giro significativo con el anuncio de versiones eléctricas y de hidrógeno de la icónica pick-up Hilux. Esta medida, que posiciona a Tailandia como centro estratégico de desarrollo, confirma el creciente peso del sudeste asiático en el mapa global de innovación automotriz.
La Hilux eléctrica, actualmente en fase de pruebas, ha sido diseñada sobre la plataforma IMV 0 y fabricada en las instalaciones de Toyota en Zhan Chai. Su autonomía ronda los 200 kilómetros, suficiente para cubrir las necesidades urbanas e interurbanas de los mercados emergentes. Aunque la marca aún no ha comunicado fecha oficial de lanzamiento, fuentes internas apuntan a una comercialización en etapas a partir de 2026.
Toyota Hilux y su incursión en la movilidad eléctrica
Además del modelo 100% eléctrico, Toyota avanza en el desarrollo de una Hilux impulsada por pila de hidrógeno. El prototipo ya está en circulación en Reino Unido bajo pruebas supervisadas, lo que refuerza la viabilidad técnica del proyecto. Esta bifurcación tecnológica evidencia el enfoque multivectorial de Toyota: no depender exclusivamente de la electrificación por baterías, sino combinar distintas soluciones energéticas según las condiciones del mercado.
Por otro lado, la planta tailandesa también será la sede de producción de modelos híbridos y flex fuel, adaptados a las exigencias locales en cuanto a infraestructura energética. La compañía planea invertir 9.000 millones de baht adicionales para transformar su cadena productiva en la región.
Según datos divulgados en agosto de 2025 por la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Tailandia, el país produjo más de 1,7 millones de vehículos en el primer semestre del año, consolidándose como un hub regional de manufactura automotriz con potencial de exportación.
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