Baneham determinó que la cafetería es culpable por no haber tomado medidas para prevenir el «acto de acoso».
Los representantes legales de Starbucks negaron durante el proceso que este suceso pueda calificarse de “racista”, mientras que la trabajadora dijo que hizo el dibujo de “una cara sonriente” porque consideró que Foley era “glamorosa”.
Los abogados también habían pedido que no se identificase el nombre de Starbucks en esta demanda, pues entienden que podría ser perjudicial para la imagen de la marca, una solicitud que fue denegada.
Una portavoz de Starbucks declaró hoy que la compañía “lamenta profundamente este incidente” y recalcó que no tolera ningún tipo de discriminación.
Cabe señalar que lo habitual en la cadena Starbucks es escribir el nombre de cada cliente sobre los vasos de cartón que contienen la consumición para evitar que se entregue a otra persona por error.