Con base en un estudio reciente de Maurice Obstfeld y Haonan Zhou, las repercusiones negativas de la apreciación del dólar de EE.UU. afectan a las economías de mercados emergentes en una proporción mucho mayor que a las economías avanzadas más pequeñas.
En las economías de mercados emergentes, una apreciación del dólar estadounidense de 10%, vinculada a las fuerzas del mercado financiero mundial, reduce el producto económico en 1,9% al cabo de un año, y ese lastre persiste durante dos años y medio.
Por el contrario, los efectos negativos en las economías avanzadas son considerablemente menores: alcanzan un máximo de 0,6% al cabo de un trimestre y prácticamente se disipan al cabo de un año.
Fortalecimiento del dólar
En las economías de mercados emergentes, los efectos del fortalecimiento del dólar se propagan a través de canales comerciales y financieros. Los volúmenes reales de comercio de estas economías sufren contracciones más acusadas y las importaciones disminuyen el doble que las exportaciones.
Hay otros indicadores fundamentales que tienden a verse afectados de forma desproporcionada en las economías de mercados emergentes: menor disponibilidad de crédito, disminución de las entradas de capital, impacto de una política monetaria más restrictiva y mayores descensos del mercado bursátil.
Asimismo, las apreciaciones del dólar de EE.UU. repercuten en la cuenta corriente, que refleja la variación de los saldos ahorro-inversión de los países.