Al llegar a Chile hace ocho años, en mi primera entrevista me sorprendió una pregunta inesperada: «¿Tiene hijos o planea tenerlos?».
Esta situación reflejaba un problema estructural. En el país, las mujeres representan el 52,5% de la matrícula universitaria, pero solo el 48,2% tiene empleo, generando una brecha de género de 18 puntos porcentuales.
La Ley de Equidad Salarial propone medidas para abordar esta disparidad. La transparencia salarial obligaría a las empresas a revelar los rangos salariales, permitiendo a las mujeres negociar mejor.
Las auditorías salariales ayudarían a identificar y corregir disparidades, y prohibir preguntar por historiales salariales en entrevistas rompería este ciclo.
Reducir esta brecha no solo es ético, sino también beneficioso. Un mayor poder adquisitivo en manos de las mujeres impulsaría la economía y fomentaría un entorno laboral más inclusivo, potenciando la innovación y la productividad.
Este año cumplí 33 años. A esta edad, mi madre ya tenía 3 hijos y se reincorporaba al mercado laboral. También cambié de trabajo y, por primera vez, no me preguntaron por hijos en una entrevista. Además, me pagaron como a un hombre en mi puesto. Necesitamos más empresas así.
Fuente: americaretail-malls.com
La industria audiovisual en Argentina experimenta un proceso de transformación sostenida, impulsada por la creciente…
La renta variable en México consolidó un repunte sostenido que refleja confianza en los activos…
El dinamismo de la economía mexicana enfrenta un momento clave con la propuesta conocida como…
La evolución de la economía india ocupa un lugar central en el debate internacional. En…
Las transferencias bancarias por fin tendrán un aliado más ágil dentro de las conversaciones digitales.…
El debate sobre la transición energética en Reino Unido ha puesto en evidencia que la…