El mezcal atraviesa un momento histórico, pues en apenas una década su producción se multiplicó más de once veces, alcanzando cerca de 12 millones de litros en 2024 y conquistando mercados tan exigentes como Estados Unidos, Europa, Japón y Australia. Detrás de este crecimiento están las comunidades que mantienen vivos los procesos artesanales, responsables hoy del 97% de la producción nacional.
En este escenario de expansión y reconocimiento internacional, Banco Azteca anunció su incorporación como Presentador Oficial de la primera edición de Mundo Mezcal | Festival del Agave, Tierra y Sazón, que se celebrará el 1 y 2 de noviembre en los Jardines de Campo Marte, Ciudad de México.
La alianza coloca a la institución financiera como un socio estratégico en la tarea de visibilizar a los productores locales y fortalecer la cadena de valor del agave, en un momento clave para consolidar al mezcal como motor económico y símbolo cultural de México en el mundo.
“En Banco Azteca creemos que la cultura y las tradiciones de México son un motor invaluable de identidad y desarrollo. Por eso, nos llena de orgullo impulsar iniciativas como Mundo Mezcal, que celebran el talento de nuestros artesanos mezcaleros y ponen en alto el legado de nuestro país. Con este patrocinio, refrendamos nuestro compromiso de apoyar a quienes, con su trabajo y pasión, mantienen vivas nuestras raíces y contribuyen al crecimiento de las comunidades,” señaló José Manuel Azpiroz, director de Comunicación de Banco Azteca.
Mundo Mezcal reunirá a más de 20 marcas artesanales, así como a chefs, mixólogos, académicos y expertos de la industria en un espacio diseñado para conectar tradición e innovación. El encuentro, respaldado por el Gobierno de la Ciudad de México, el estado invitado Campeche, la Secretaría de Economía y diversas asociaciones, proyecta reunir a más de 7 mil asistentes en su primera edición.
Para Banco Azteca, esta alianza se suma a su estrategia de inclusión financiera y acompañamiento a sectores productivos. La institución busca acercar a los pequeños productores a plataformas culturales y comerciales de gran alcance, generando nuevas oportunidades de negocio y fortaleciendo la competitividad de comunidades que históricamente habían sido invisibles para el sistema financiero tradicional.