La volatilidad del tipo de cambio, la especulación comercial y los márgenes de ganancia diferenciados han generado una importante distorsión en el precio de la PlayStation 5 en México durante la temporada navideña. Mientras Amazon México comercializa este dispositivo en aproximadamente 11,499 pesos, en el comercio local incluidos centros comerciales y tiendas especializadas su precio supera los 15,000 pesos, una diferencia que oscila entre 30% y 40%.
Este fenómeno no solo evidencia una estrategia diferenciada de posicionamiento y rotación de inventarios, sino que también refleja la fragilidad de la estructura de importación y distribución local frente a los canales electrónicos de gran escala. Amazon, al operar bajo un esquema logístico de alta eficiencia y volumen, puede presionar hacia abajo los precios sin comprometer rentabilidad. En cambio, los comercios tradicionales deben trasladar al consumidor final los costos derivados de intermediarios, almacenamiento y menor volumen de venta.
Estructura desigual en el acceso al consumo digital
Asimismo, el diferencial responde a una política de consumo cada vez más digitalizada, donde la transparencia de precios en línea presiona al mercado físico, aunque sin eliminarlo. La persistencia de la diferencia sugiere barreras no menores: desde preferencias de pago en efectivo hasta confianza en tiendas físicas o falta de acceso a plataformas digitales.
Otro factor crítico es la percepción del valor. Al tratarse de un bien aspiracional con oferta limitada durante temporadas clave, muchos consumidores toleran precios elevados sin cuestionar su origen. Esta dinámica impulsa prácticas especulativas, en particular en tiendas no reguladas o semi informales.
Una reciente revisión del índice de accesibilidad tecnológica en América Latina colocó a México en el lugar 7 de 12 países analizados, con el precio de la PS5 representando hasta 13% del ingreso mensual promedio nacional.












