La energía nuclear está recuperando protagonismo en Estados Unidos y Europa, impulsada por el desarrollo de reactores modulares pequeños (SMR) y el respaldo financiero de empresas tecnológicas. Proyectos como Fermi America, en Texas, y el apoyo de gigantes tecnológicos están transformando el panorama energético.
En Texas, Fermi America, liderado por Rick Perry, exgobernador y exsecretario de Energía, está desarrollando el mayor complejo energético y de centros de datos del mundo. La primera fase incluye gas natural y energía solar, seguida de reactores nucleares convencionales y SMR, con una capacidad proyectada de 11 gigavatios. El acuerdo con Westinghouse para solicitar la aprobación de cuatro reactores AP1000 en Amarillo marca un hito en la recuperación del sector nuclear.
Tres factores clave impulsan este renacimiento nuclear:
- Gobiernos occidentales buscan fuentes de electricidad seguras e independientes.
- Empresas tecnológicas demandan energía confiable y baja en emisiones.
- Modelos innovadores para operar y financiar plantas están emergiendo.
La administración Trump propuso cuadruplicar la capacidad nuclear hasta 400 GW para 2050, dinamizando el debate político. La ley One Big Beautiful Bill Act, aprobada en julio, otorgó grandes créditos fiscales al sector. Estados tradicionalmente republicanos, como Texas, apuestan por la energía nuclear, mientras que algunos estados demócratas, como Nueva York, reabren la puerta a nuevas instalaciones mediante empresas públicas.
En Europa, la Comisión Europea presentó en junio su hoja de ruta para aumentar la capacidad nuclear de 100 GW a 145 GW para 2050. Alemania abandonó su resistencia a clasificar la energía nuclear como “verde” en la legislación europea, allanando el camino a que Francia construya seis nuevas plantas.
Esta tendencia refleja un cambio estratégico hacia una matriz energética más diversificada y resiliente, con la energía nuclear desempeñando un papel crucial en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
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