La fiscalía acusó a Sam Bankman-Fried, cofundador de FTX, de haber «robado» dinero de sus clientes de la plataforma. Eso, durante los alegatos finales del juicio en su contra en Nueva York, en el que el joven empresario negó haber cometido fraude.
Este caso «no trata de cuestiones complejas sobre criptomonedas«, afirmó el fiscal Nicolas Roos al jurado.
Ello, luego de varios días de juicio en el que Bankman-Fried dio su testimonio y fue interrogado por defensa y acusación.
Se trata de mentiras. Se trata de robo. Se trata de codicia», dijo del exejecutivo de 31 años cuya fortuna en criptoactivos se volatilizó tras la bancarrota de su plataforma.
Bankman-Fried, conocido en la industria como SBF, está acusado de utilizar, sin consentimiento, fondos de clientes de la plataforma de intercambio de criptodivisas FTX. Lo hacía para alimentar inversiones de riesgo del fondo Alameda Research de la compañía.
Pero también para comprar inmuebles en las Bahamas. El total de este flujo de fondos fue estimado en 14,000 millones de dólares.
En la primavera de 2022, la industria de las criptomonedas se sacudió por una serie de quiebras que hicieron caer el valor de los criptoactivos, incluyendo los de Alameda.
Su plataforma implosionó, incapaz de hacer frente a pedidos masivos de retiros por parte de los clientes, preocupados por la operativa de la firma.
Cuando el polvo se asentó, faltaban unos 8,700 millones de dólares, según el administrador que gestionó la liquidación.