Hummer, un joven perro mestizo de pelo negro y lustroso, mueve la cola, saca la lengua y agudiza las orejas cuando se sienta frente a una muestra de olor a gusano barrenador del ganado y acepta de inmediato los elogios y las golosinas de su entrenador.
Adiestrados para detectar el olor del gusano barrenador, una plaga carnívora que ha infectado a hatos ganaderos de México y perturbado el comercio de ganado en pie con Estados Unidos, Hummer y sus colegas caninos ofrecen un rayo de esperanza en el control del gusano.
Qué es el gusano barrenador, ¿contamina la carne?, ¿representa un riesgo para el consumidor?
En un centro de adiestramiento gestionado por el Gobierno, situado a una hora de la Ciudad de México, funcionarios de una unidad especial del organismo de sanidad alimentaria, Senasica, imparten un programa intensivo de adiestramiento de tres meses a un selecto grupo de perros -la mayoría rescatados de refugios- para que puedan olfatear el gusano barrenador y otras plagas o enfermedades en animales vivos o productos agrícolas.
Perros que podrían haber sido abandonados por ser demasiado difíciles encuentran una nueva vida. Los cachorros aguerridos que roban comida de la mesa, nunca se calman y tienen un deseo implacable de jugar son los candidatos perfectos.