El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionó a la Reserva Federal para que ejecute un recorte de tasas de interés más profundo del previsto. La petición surge en un escenario de inflación por encima del objetivo y señales de desaceleración en el mercado laboral, lo que incrementa las tensiones en torno a la política monetaria estadounidense.
Trump criticó al presidente de la Fed, Jerome Powell, al sostener que la institución debe actuar “ahora y más de lo que tenía en mente”. Mientras el mercado anticipaba un recorte de 25 puntos básicos, las declaraciones apuntan a una reducción de hasta 50 puntos básicos.
Actualmente, la tasa de referencia se ubica entre 4,25% y 4,50%, tras la última decisión de diciembre pasado. La deuda financiera y el costo del crédito para consumidores y empresas figuran entre los sectores que más se beneficiarían de una medida de mayor alcance.
El mercado inmobiliario, que muestra debilidad desde meses anteriores, también se presenta como uno de los ganadores potenciales. Asimismo, algunos bancos y fondos prevén la posibilidad de hasta tres recortes de 25 puntos básicos en lo que resta del año, lo que añadiría presión a la Fed.
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Riesgos de un recorte más agresivo
La presión política sobre la Reserva Federal genera preocupación entre quienes defienden la independencia del banco central. Un recorte más agresivo podría estimular la demanda de forma acelerada y reavivar tensiones inflacionarias. De igual manera, los inversionistas mantienen la cautela ante la posibilidad de que un ajuste limitado no cumpla con las expectativas generadas.
En septiembre, la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto será decisiva para definir si la institución se alinea con las demandas de Trump o mantiene una postura más moderada. Esta nota fue elaborada a partir de información de Forbes.