Ciudad de México 17 noviembre._ México sería el tercer mayor receptor de remesas en el planeta en este año. Ello, al captar 52, 743 millones de dólares, de acuerdo con estimaciones del Banco Mundial.
La entrada de los llamados migradólares, representará el 4.1% del Producto Interno Bruto (PIB) y con este flujo, se romperá el histórico registrado el año pasado, que fue de 42,868 millones de dólares.
Antes de México, las familias de India y China quedarán como las mayores receptoras a de remesas en el globo, que ascenderán a 87,000 y 53,000 millones de dólares, respectivamente.
Al interior del análisis Desarrollo y Migración: Recuperación de la crisis por Covid-19 en la óptica del migrante, los expertos del Banco Mundial explican que la resiliencia de los envíos de remesas a México, tiene su origen en la derrama que se mantiene de los apoyos fiscales otorgados a las familias de Estados Unidos, que compartieron con sus hogares de origen.
Así como al hecho de que México se mantiene como un país de tránsito para los migrantes de Centroamérica, de manera que sus connacionales enviaron apoyo para el viaje y fue registrado aquí, en el país.
Crecerán remesas
Las remesas a los países de ingreso bajo y mediano tendrán un crecimiento del 7.3%, superando así la suma de la inversión extranjera directa (IED) y la asistencia externa para el desarrollo, de acuerdo con la estimación del Banco Mundial expuesta en la Reseña sobre migración y desarrollo.
De acuerdo con Michal Rutkowski, director del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial, “los flujos de remesas que envían los migrantes han sido un complemento fundamental de los programas públicos de transferencia de efectivo, que buscan ayudar a las familias que enfrentan dificultades económicas durante la crisis de la COVID-19”.
El directivo expuso que facilitar los flujos de remesas “debería ser un componente fundamental de las políticas públicas para propiciar la recuperación mundial tras la pandemia”, ya que estas son un medio de sustento vital que permite a los hogares cubrir sus gastos esenciales relacionados con la alimentación, la salud y la educación.