El consumo de snacks ha trascendido su función tradicional para convertirse en una práctica vinculada al autocuidado, el bienestar emocional y la conexión social, especialmente entre las generaciones Millennial y Gen Z en México.
Así lo revela la edición 2024 del estudio «State of Snacking» de Mondelēz International, realizado en colaboración con The Harris Poll.
El informe destaca que las nuevas generaciones perciben los snacks como una herramienta para mejorar el estado de ánimo y gestionar el estrés.
Más del 56% de estos consumidores asocia el consumo de snacks con momentos de desestrés y autocuidado, mientras que el 74% prioriza el control de porciones, reflejando una creciente conciencia sobre el consumo moderado.
Este segmento de mercado sigue en expansión, con proyecciones de alcanzar ingresos globales por 269 mil millones de dólares y un consumo per cápita de 5.2 kg anuales, según Statista.
El Rol de los Snacks en la Conexión Social y la Nostalgia
Los snacks también desempeñan un papel fundamental en la creación y el fortalecimiento de lazos interpersonales. El estudio indica que dos tercios de las nuevas generaciones ven en los snacks una oportunidad para conectar con otros, y un significativo 8 de cada 10 Millennials y Gen Z consideran compartir un snack como un «lenguaje de amor».