La estabilidad del mercado energético internacional se apoyó en un ajuste menor al previsto por la OPEP+. Los precios del petróleo registraron un avance superior a 1%, impulsados por la decisión del grupo de productores de elevar su oferta de manera moderada durante noviembre. El movimiento reforzó la expectativa de equilibrio entre la demanda y la producción global.
El Brent se cotizó en 66.27 dólares por barril, con un alza de 1.3%, mientras el West Texas Intermediate alcanzó 62.58 dólares tras un incremento de 1.4%. El aumento de 137,000 barriles diarios, acordado por la OPEP+, fue interpretado por los analistas como una señal de cautela ante la posibilidad de un exceso de suministro durante los próximos meses.
Mercados atentos a inventarios y demanda global de petróleo
El grupo productor mantiene un enfoque gradual para evitar distorsiones en los precios, en un contexto donde la demanda asiática continúa mostrando fortaleza. Sin embargo, persiste la preocupación por el aumento de existencias registrado en el trimestre anterior. De acuerdo con estimaciones de Goldman Sachs, se acumuló un promedio de 1.5 millones de barriles por día, lo que anticipa un superávit de hasta 2 millones entre finales de 2025 y 2026.
Aun así, el banco advierte que la reducción sostenida en la producción rusa podría presionar los precios al alza. Por otro lado, los inversionistas aguardan los datos de inventarios de crudo de Estados Unidos, publicados por la Administración de Información de Energía, que podrían confirmar un mayor ajuste de la oferta doméstica.
En consecuencia, las cotizaciones mantuvieron un rango estable, reflejando el balance entre la prudencia de los productores y la cautela de los inversionistas frente al escenario energético internacional.