En un año rodeado por la incertidumbre global y tensiones geopolíticas, el mercado inmobiliario logró sortear las dificultades económicas a través del nearshoring o la expansión del mercado turístico, señaló José Reynoso González, especialista en construcción y vivienda.
Para el especialista, estos dos factores contribuyeron a que el sector lograra mantenerse con números positivos debido a que más personas buscaron una residencia en México por motivos laborales y como una forma de inversión.
“Estados como Querétaro siguen con un crecimiento acelerado. Su infraestructura moderna, la llegada de empresas extranjeras y el desarrollo de parques industriales son algunos de los factores que han impulsado el interés de cada vez más personas por mudarse a esta ciudad”, destacó José Reynoso González.
Pero, no es la única, casos similares ocurren en otras entidades como Jalisco, Nuevo León o la zona fronteriza de Baja California donde las empresas han invertido grandes capitales para reorganizar sus operaciones y facilitar el intercambio comercial.
José Reynoso González destaca el turismo como motor de vivienda
De igual manera, las zonas turísticas han ganado popularidad durante el año como un espacio para la compra y venta de viviendas. De acuerdo con el Índice de Precios de la Vivienda en México de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), los municipios con un mayor incremento han sido Cancún y Playa del Carmen, Quintana Roo; y Los Cabos, Baja California.
Para José Reynoso González, este interés no solo impulsa la demanda de viviendas, también repercute en el turismo internacional al hacer crecer espacios para la convivencia en espacios naturales.
Por otro lado, las grandes ciudades han perdido interés entre los principales compradores. Un ejemplo es el municipio de Toluca y la Ciudad de México donde los precios de vivienda se estancaron ante el desinterés de la población por comprar una vivienda en estas zonas.
José Reynoso González, especialista en construcción y vivienda, considera que esta desaceleración obedece a factores como altos precios, la falta de suelo para construir nuevas casas y la sobrepoblación. Sin embargo, para 2026, esto podría revertirse derivado del Mundial de Fútbol 2026 en Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México.
