La llegada reciente de Scotiabank al impulso de la deuda sostenible en México marca un giro estratégico en la integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Con ello busca consolidarse no solo como institución financiera sino como un actor catalizador del desarrollo sustentable en economías emergentes.
El banco participó activamente en la Semana de Acción Climática celebrada en Ciudad de México del 8 al 10 de octubre, lo que le permitió reforzar su posicionamiento frente a autoridades locales, reguladores y emisores interesados en finanzas verdes. Durante ese evento encabezó el panel “Financiando el Futuro de México y América Latina”, con representantes del sector público y privado comprometidos con la agenda climática nacional.
En el ámbito doméstico, Scotiabank ha registrado un desempeño notable en emisiones ASG. En 2024 alcanzó colocaciones por más de 24 400 millones de pesos en el mercado local, y hasta la fecha ha participado en 10 emisiones que suman más de 16 000 millones de pesos.
Desafíos y oportunidades del mercado de deuda sostenible
El mercado mexicano de bonos sostenibles enfrenta retos estructurales relacionados con estándares de reporte, aceptación regulatoria y educación entre emisores y prestatarios.
Asimismo, el dinamismo de la inversión sostenible y la demanda creciente de activos con propósito social y ambiental ofrecen una ventana para que México eleve su atractivo ante inversionistas internacionales. En ese sentido, la iniciativa del banco podría catalizar mejores prácticas entre actores públicos, emisores corporativos y reguladores.
La deuda sostenible mexicana registra ahora un nuevo referente privado respaldado por datos recientes: en 2024 México alcanzó una emisión total de bonos verdes por más de 36 000 millones de pesos, según cifras del sector financiero.
