Desde hace casi tres décadas el legendario grupo financiero japonés Nomura monitorea un grupo de más de 30 países emergentes, entre los cuales está Argentina, con el fin de anticipar crisis cambiarias.
En la reciente actualización de su modelo Damocles, Nomura determinó que hay cuatro emergentes en riesgo de crisis cambiaria en los próximos doce meses: Turquía, la República Checa, Sri Lanka y Rumania.
Damocles es un cóctel de 8 variables claves que brinda alertas tempranas de crisis cambiarias en los mercados emergentes, donde siempre que el índice supera los 100 puntos para cualquier país, es una advertencia de que es vulnerable a una crisis cambiaria en los próximos 12 meses.
En el último recalculo, Turquía, República Checa, Sri Lanka y Rumania obtuvieron puntuaciones superiores a 100.
“Desde nuestras actualizaciones de 2022, cinco de ocho países que tenían puntuaciones Damocles superiores a 100 han tenido crisis cambiarias”, advierten los economistas de Nomura, Rob Subbaraman y Si Ying Toh.
Posiciones
En esta oportunidad la Turquía de Recep Tayyip Erdogan lidera con 140 seguida de República Checa con 126, Sri Lanka con 119 y Rumania con 101. Todos ellos están en la mira. Pero también están con puntajes cercanos a este umbral Chile y Hungría con 95 y el Brasil de Lula da Silva con 91.
Detrás Egipto y Filipinas 84 y 81, luego con 75 Kenia y Colombia y con niveles de 65 y 64 Pakistán, Argentina y Vietnam. Ucrania, por ejemplo, tiene 59 puntos y otros de la región, como México y Perú 54 y 26 respectivamente.
“Aunque Turquía y Sri Lanka han experimentado recientemente crisis cambiarias, Damocles indica que todavía no están fuera de peligro”, alertan desde Nomura. En el caso argentino su nivel de riesgo de crisis monetaria fue evolucionando, según Damocles, desde un nivel de 41 en noviembre de 2021 al de 63 en noviembre de 2022 para hoy estar en 64.
En un año en el que los inversores han estado recurriendo al carry trade de los mercados emergentes (una estrategia de inversión que consiste en pedir dinero prestado en monedas de bajo interés para invertir en mercados emergentes de mayor rendimiento), es prudente preguntarse si los inversores están siendo compensados adecuadamente por la prima de riesgo percibida, aconsejan Subbaraman y Ying Toh.