El mercado accionario de Japón mostró un cambio de tono relevante al cierre de la semana. El índice Topix alcanzó un nuevo máximo histórico impulsado por una menor preocupación sobre la deuda pública y una mejora en las expectativas fiscales del país.
Durante la sesión del viernes, el índice Topix avanzó con fuerza en las primeras operaciones y llegó a tocar un récord intradía de 3,436.75 puntos. Aunque posteriormente moderó el ritmo, cerró con una ganancia de 0.2%, en 3,423.06 unidades, consolidando un nuevo nivel histórico de cierre.
El avance se dio en un contexto de mayor estabilidad en el mercado de bonos soberanos. Los rendimientos de los bonos gubernamentales japoneses retrocedieron desde máximos de más de dos décadas, lo que redujo la presión sobre los activos de riesgo y favoreció el apetito por acciones.
Política fiscal y tasas respaldan al índice Topix
El respaldo al índice Topix se fortaleció luego de que el gabinete japonés aprobara un presupuesto récord para el próximo año fiscal. La estrategia busca combinar una política fiscal activa con un mayor control sobre la emisión de deuda, lo que fue bien recibido por los mercados.
Asimismo, las autoridades enviaron señales de contención en la colocación de bonos de largo plazo. Analistas señalaron que esta expectativa ayudó a estabilizar los rendimientos y generó un entorno más favorable para la renta variable japonesa.
De igual manera, el índice Nikkei acompañó el movimiento positivo y cerró con un avance de 0.7%, en 50,750.39 puntos. El indicador acumuló una ganancia semanal de 2.5% y un incremento anual de 26%, reflejando el sólido desempeño del mercado japonés.
Desempeño sectorial y reacción de inversionistas
En la sesión, el Nikkei registró un balance mixto entre emisoras. Destacaron las acciones de Sapporo, que subieron 2.5%, y las de Disco, vinculadas a la industria de semiconductores, con un avance de 2.4%.
Por otro lado, Sumitomo Electric Industries retrocedió 4.4%, mientras que Mitsui Kinzoku cayó 3%, presionadas por tomas de utilidad y ajustes sectoriales.
El entorno de tasas más contenidas y menor tensión fiscal mantiene el atractivo del mercado japonés, especialmente en un contexto global marcado por ajustes monetarios y cautela financiera.
