La cotización del oro mantuvo su estabilidad este martes en los mercados internacionales, mientras los inversionistas centran su atención en el próximo anuncio de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y en los datos macroeconómicos clave programados para esta semana.
Esta pausa en la volatilidad responde a una expectativa generalizada de que los tipos de interés se mantendrán sin cambios, reforzando el actual rango restrictivo en un intento por consolidar los avances frente a la inflación.
El metal precioso se mantuvo cerca de los 2.030 dólares por onza, con movimientos limitados que reflejan la cautela de los participantes del mercado. Las perspectivas de que la Fed mantenga su tasa de referencia entre 5,25 % y 5,50 % tras su reunión del miércoles están prácticamente descontadas, mientras el enfoque gira hacia el lenguaje del comunicado y las proyecciones económicas, especialmente la conocida “gráfica de puntos” que revelará posibles recortes en 2026.
Tensiones cambiarias y su impacto sobre el oro
El índice del dólar estadounidense operó en niveles marginalmente más altos, lo que limitó un avance más sostenido del oro, al encarecer su precio para tenedores de otras divisas. En paralelo, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años volvió a repuntar, lo que generalmente disminuye el atractivo de los activos sin rendimiento como el oro.
Este contexto deja en evidencia una narrativa de cautela global, donde los bancos centrales se ven forzados a equilibrar los riesgos inflacionarios persistentes con señales incipientes de desaceleración. En este entorno, el oro continúa actuando como activo de refugio, aunque sin catalizadores inmediatos para romper el rango actual.
