El fabricante de acero estadounidense US Steel amenazó este miércoles con cerrar varios sitios de producción si fracasa su compra por su rival japonés Nippon Steel, una operación a la cual se oponen el gobierno y los candidatos presidenciales.
El grupo estadounidense indicó, en un comunicado, que si la firma japonesa no toma el control, renunciaría a grandes inversiones de modernización de instalaciones en Mon Valley Works (Pensilvania) y Gary Works (Indiana).
Pensilvania es uno de los estados clave para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos.
Tanto la vicepresidenta, Kamala Harris, como el expresidente (2017-2021) y aspirante republicano Donald Trump, se han manifestado contrarios a la venta durante su campaña electoral.
US Steel tiene previsto un evento este miércoles para mostrar el apoyo de su equipo a la venta al gigante japonés.
Acuerdo de venta
Queremos que los gobernantes elegidos y otros tomadores de decisiones clave reconozcan los beneficios del acuerdo así como las inevitables consecuencias si el pacto fracasa», explicó el presidente del grupo estadounidense, David Burritt.
En diciembre, US Steel alcanzó un acuerdo de venta por 14,900 millones de dólares con la japonesa Nippon Steel, que prometió por su parte inversiones para mantener competitivas las fábricas en Pensilvania.
Pero la transacción, que fue denunciada por el poderoso sindicato del sector, el United Steelworkers (USW), muestra dificultades a nivel político, ya que muchos republicanos y demócratas están en contra.
El lunes, durante un evento por el feriado del Día del Trabajo en Pittsburgh, Harris declaró que US Steel «debe permanecer en manos de estadounidenses y operada por estadounidenses».