México, 23 junio. – El especialista en inversiones Rodrigo Besoy Sánchez apunta hacia el arte emergente como una nueva oportunidad para poner los activos, ya que a raíz de la pandemia de Covid-19, en el mundo de las inversiones de arte brota una incógnita nueva con relación a qué nuevos intereses construirán tanto los inversores como los artistas.
Los modelos tradicionales de inversión, en la era post pandemia, tendrán que diversificarse para reducir lo mas posible la variabilidad del mercado, ya que actualmente no se les percibe como inversiones seguras.
“El mercado del arte emergente se está abriendo paso entre los inversores más experimentados y los que inician en el campo. Entre las ventajas que presenta este tipo de arte, se encuentra principalmente una menor volatilidad ante situaciones de crisis como la que se ha vivido por la pandemia y confinamiento por Covid-19”, explica Besoy Sánchez.
Una apuesta de estabilidad
“Los especialistas vemos al arte emergente como una apuesta de estabilidad para las inversiones sin dejar de lado el valor que aportará en materia estética y de coleccionismo para quienes las adquieran”, añade el especialista mexicano.
Afirmando que las inversiones y el arte emergente irán de la mano y serán benéficas para todos los involucrados, Rodrigo Besoy Sánchez, reconocido por su larga trayectoria y conocimiento en materia de inversiones en arte, ve un escenario propicio para invertir.
“Cuando me preguntan qué rol juegan los artistas y creadores de arte en el proceso de compra e inversión en arte, respondo que son actores a los que no podemos olvidar y no deben quedar fuera del proceso. En primera instancia, invertir en obras de artistas emergentes es una forma de impulsar sus carreras y esto contribuye a que desarrollen su estilo y técnica, lo que a futuro hará que sus obras sean mayormente apreciadas”, agrega Besoy Sánchez.
La planificación y misión son otros aspectos que prioriza el especialista a la hora de invertir o proponer las inversiones en arte emergente. En suma, Besoy Sánchez especifica que la inversión en artistas emergentes resulta mucho más económica y por consiguiente mas rentable potencialmente.
Al tener una visión clara sobre el presente que se vive, las obras de artistas emergentes tienden a revalorizarse
“Las obras de artistas emergentes tienden a revalorizarse, al menos, un 100% con el paso del tiempo y la exposición del artista. No perdamos de vista que al ser artistas que recién surgen, tienen una visión clara sobre el presente que se vive y la plasman en sus obras, por lo que serán piezas que en un lapso de unos 10 años el interés por las mismas seguramente será mayor y querrán ser adquiridas”, asegura.
Para concluir, Rodrigo Besoy Sánchez indica como lugares ideales para hallar piezas de arte emergentes, las ferias itinerantes, festivales tradicionales de arte contemporáneo como lo son Zona Maco en México o Art Basel presentes a nivel mundial e incluso, lo que estudiantes de arte estén produciendo todavía en los cursos universitarios.
“El arte emergente cuenta con un gran potencial de crecimiento. Al momento de invertir en estas obras, lo que buscamos es que nuestros activos se revaloricen con el tiempo y en el inter se conviertan en activos fijos. Esto mismo creemos que es atractivo para aquellos inversores que comienzan y para quienes identifican esto como una gran apuesta para diversificar sus activos”, finaliza.