El café mexicano, conocido por su calidad y sabor únicos, juega un papel clave en la economía nacional al generar empleo para más de 500,000 productores. En este contexto, el empresario mexicano Ricardo José Haddad Musi destacó el crecimiento del café oaxaqueño y su impacto en el mercado internacional, reconociendo su potencial como motor económico y cultural.
Oaxaca, uno de los mayores productores de café en México, cuenta con 136,000 hectáreas dedicadas a este cultivo. Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2022 el estado ocupó el cuarto lugar en producción nacional, con 66,000 toneladas anuales provenientes de siete de sus ocho regiones, entre ellas la Sierra Sur y la Costa. Este crecimiento, explica Haddad Musi, se debe en parte a la variedad arábiga, que prospera en altitudes de entre 1,200 y 2,000 metros sobre el nivel del mar, un factor que eleva el valor del café oaxaqueño en el extranjero.
El empresario también resaltó el sistema de cultivo bajo sombra, una práctica adoptada por los productores de Oaxaca que mejora la calidad del grano y contribuye a su alta demanda en mercados como Estados Unidos, Canadá y Austria. Este método es fundamental para darle al café mexicano una ventaja competitiva en el exterior.
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Un ejemplo destacado de la calidad oaxaqueña es el Café Pluma, una variedad endémica de la Sierra Sur, que obtuvo la Denominación de Origen en 2020. Este grano se distingue por su acidez y cuerpo ligero a medio, y el proceso manual de recolección asegura un riguroso control de calidad.
Ricardo José Haddad Musi subrayó que el impacto del café oaxaqueño no se limita al ámbito económico, sino que también mejora el bienestar de las comunidades rurales mediante prácticas de comercio justo y sustentabilidad. Actualmente, México se posiciona como uno de los principales exportadores de café orgánico, con Oaxaca jugando un papel significativo en esta categoría.
Con un mercado en constante crecimiento, especialmente en Europa, el café orgánico mexicano ha alcanzado exportaciones anuales de 28,000 toneladas, promoviendo condiciones laborales más justas para pequeños productores y alineándose con los principios de sostenibilidad.
Para Haddad Musi, el desarrollo de la industria cafetalera en Oaxaca no solo fortalece la economía, sino que también preserva las tradiciones culturales que rodean al café, consolidando a Oaxaca como un referente de calidad en el mercado global.