La red WiFi Mesh puede mejorar el internet en casa, porque no solo se trata de tener una buena conexión sino que hay otros factores importantes a tener en cuenta para lograr la mejor navegación.
Vamos por partes. Las redes inalámbricas mesh, también conocidas como de malla, son redes compuestas por un router, que funciona como estación central, y puntos de acceso, o satélites, que se comunican con la base, pero también entre sí y forman una única red wifi, con el mismo nombre y contraseña, para ampliar la cobertura de la señal central.
Este es el esquema utilizado en hoteles u otros ambientes empresariales que necesitan una amplia cobertura de red, pero que ha comenzado a ser cada vez más frecuente en el ámbito doméstico, como una mejor opción a los repetidores wifi, que solo replican la señal original.
La ventaja de las redes wifi de malla radica en la comunicación entre los puntos de acceso que la forman, lo que permite la gestión inteligente del tráfico de datos.
Es decir, el sistema redirecciona la conexión de los dispositivos al nodo que ofrecerá la conexión más óptima, y no solo al punto de acceso más cercano como los repetidores hacen.
Todo esto sucede de forma automática, sin que el usuario tenga que hacer nada, mientras se mueve libremente por la cobertura de la red mesh.
Entonces, las redes wifi mesh o de malla se perfilan como la mejor solución para los problemas de cobertura. Los repetidores de señal pueden ayudar, pero no son óptimos para la gestión del tráfico, y un router con más antenas puede mejorar la potencia de la señal y su velocidad, pero poco puede hacer ante el tema de la cobertura.