México 31 agosto._ El Banco Mundial sostiene que en 2050, el 85 % de la población mundial vivirá en países emergentes. Y el Pacto Mundial admite que la mitad de las oportunidades para un crecimiento sostenible de la economía se encuentran en esas áreas en desarrollo.
“Atender estos mercados hoy –aseguran sus responsables– permite posicionarse en los mercados del mañana al tiempo que permite a las empresas contribuir a dar respuesta a los retos en materia de desarrollo sostenible”, revela BBVA.
El análisis de la viabilidad de una economía emergente debe incluir la sostenibilidad del país en términos de transparencia y valores democráticos. Así como de economía, medioambiente y demografía, la atención de la salud, la distribución de la riqueza y la educación. Los criterios ESG (basados en factores ambientales, sociales y de gobernanza) forman parte de la hoja de ruta de los inversores en las regiones en desarrollo.
Potencia
El proceso de un país para convertirse en una potencia emergente, en pleno siglo XXI, debe estar basado en una economía con criterios sostenibles. No siempre es un proceso fácil, pero los ODS deben ser para todos y es un objetivo global al que todos los países deben dirigirse.
Para comprender mejor todos estos conceptos y teorías es imprescindible saber qué es exactamente un país emergente. Recurriendo a una explicación sencilla, es aquel que se encuentra en vías de desarrollo, tiene una fuerte actividad industrial y un rápido desarrollo de su actividad económica, lo que se traduce en un rápido crecimiento económico. Por este motivo son deseo de muchos inversores.
Son uno de los mercados con mayor potencial de consumo debido a que concentran una gran parte de la población mundial. A su vez, su economía se encuentra internacionalizada, reciben a empresas del exterior y exportan gran cantidad de productos y servicios.