La inflación interanual en la zona euro retrocedió levemente en junio, pero los analistas indican que difícilmente el repliegue sea suficiente para que el Banco Central Europeo (BCE) emprenda nuevos recortes a las tasas de interés.
De acuerdo con la agencia europea de estadísticas Eurostat, la inflación de junio en la zona del euro fue de 2.5%, con un ligero repliegue con relación a mayo, cuando había sido medida en 2.6 por ciento.
La contracción a 2.5% en junio coincidió con la expectativa que había sido divulgada por analistas de consultores como FactSet y Bloomberg.
Sin embargo, la denominada inflación subyacente (que elimina de la ecuación a los alimentos y la energía) se mantuvo en el mismo nivel de mayo, en 2.9%, contra la expectativa de los analistas de mercado, que proyectaban un leve retroceso.
La leve contracción inflacionaria de junio se apoya en la desaceleración de los precios de los alimentos (que se miden junto con las bebidas alcohólicas y el tabaco) y de la energía.
Sin embargo, los servicios y los bienes industriales se mantuvieron estables con relación a mayo.