Ciudad de México 9 de octubre.- El cofundador de la compañía FTX, Sam Bankman-Fried es el joven más rico del mundo. Ha logrado hacer una fortuna de 22.500 millones de dólares, luego de analizar el movimiento de las criptomonedas y sacarle el mayor provecho con dicho auge sin ser un verdadero creyente.
A cinco meses de cumplir 30 años, el hombre se encuentra ocupando el puesto número 32 de Forbes 400 de este año. La revista señaló que, a excepción de Mark Zuckerberg, nadie en la historia se había hecho rico tan joven. “Es un mercenario, dedicado a ganar la mayor cantidad de dinero posible únicamente para poder regalarlo’’, señaló el medio.
El joven más rico del mundo llegó a esta moneda primero como un comerciante para después convertirse en un creador de intercambio de criptomonedas, FTX. Ello da la posibilidad a los comerciantes de comprar y vender activos digitales como bitcoin y Ethereum. Ha recaudado así US$ 900 millones de empresas como Coinbase Ventures y SoftBank en julio con una valoración de US$ 18 mil millones.
Sobre los precios de bitcoin, las regulaciones y el futuro de los activos digitales, el joven señaló que “es un período intermedio realmente extraño e incómodo para la industria. Hay mucha incertidumbre en la mitad de los países del mundo”.
Fama y fortuna
Igualmente, cuando fue cuestionado sobre si dejaría el negocio por otro que genere más ganancias a las que ya tiene y cambiar de rubro completamente Sam señaló: “Lo haría, sí”.
Por el momento se conoce que ha regalado solo $ 25 millones, lo que equivale al casi 0,1% de su fortuna, y lo puso entre los miembros menos caritativos de The Forbes 400. Sam está apostando a que eventualmente pueda multiplicar sus donaciones, teniendo en cuenta que seguirá en la ola criptográfica.
“Mi objetivo es tener impacto”, aseguró para Forbes. Sin embargo, para llegar a cumplir esa meta tendrá que luchar contra los titanes que compiten en ese negocio de más de 220 millones de comerciantes en todo el mundo, sin dejar de lado la atención creciente del gobierno. Todo ello, mientras va desafiando los ciclos criptográficos de auge y caída, que ayudan a amasar grandes fortunas en tiempos sorprendentes.