Ciudad de México 17 noviembre._ En 2010 en el norte del estado de Veracruz productores del municipio Espinal decidieron crear el túmin —que significa «dinero» en lengua totonaca—. Una moneda alterna ante la falta de pesos mexicanos derivado de las constantes crisis económicas. Ahora incentiva el comercio y la producción local.
«Porque hay productos, pero no hay dinero, entonces la gente no puede hacer uso de ellos porque no hay un papelito. Entonces decidimos hacer nuestros propios papelitos y con eso comprarnos nuestros propios productos», explica Juan Castro, maestro de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) y uno de los cofundadores del túmin.
Este proyecto de autonomía comunitaria y economía solidaria inició cuando productores, estudiantes y académicos de la UVI, del Centro de Investigación Intercultural para el Desarrollo (Ciides) y de la Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH) reunieron 3.000 pesos (unos 243 dólares al tipo de cambio del momento) e imprimieron billetes de túmin para 100 socios iniciales.
A diferencia de lo que sucede con el trueque, esa herencia prehispánica que consiste en el intercambio de alimentos, el túmin permitió facilitar los acuerdos entre agricultores, artesanos y comerciantes, sin las discrepancias que conlleva ponerle un valor a diferentes productos.
«Yo quiero tus manzanas, pero tú no quieres mis tomates, entonces ya no hubo un trueque. Pero con el túmin que yo te doy, tú vas y compras lo que quieres, no se detiene el comercio», explica Castro.
Utopía
Los comercios y mercados que aceptan esta moneda usualmente tienen letreros con las leyendas: «Aquí se recibe túmin» y «Aceptamos túmin». Estos carteles también resumen, en unas cuantas palabras, la razón de ser de este proyecto: «El túmin es nuestro derecho», «Viva la economía de los pueblos» y «Otro mundo es posible».
A más de once años de que los fundadores del proyecto imaginaron otro mundo posible, actualmente hay más de 2.200 socios que están distribuidos en 20 estados de México. El túmin es aceptado para la compra de alimentos y bebidas; de artesanías; de medicamentos y productos naturistas; de calzado; como moneda válida para cortarse el cabello; y hasta las bodas o festejos de XV años.
Además, el profesor de la UVI cuenta que los ayuntamientos de Espinal y Teotitlán del Valle (Oaxaca) son socios y es posible pagar con túmin el predial y las multas.
Actualmente, hay unas diez monedas comunitarias, de acuerdo con Castro. Para el académico, la implementación del túmin destaca porque se basa en dos principios que chocan con el sistema capitalista: la confianza y la solidaridad.
Fuente: actualidad.rt.com