El juez segundo de distrito en materia administrativa Juan Pablo Gómez Fierro concedió la suspensión definitiva al amparo el cual fue presentado por Greenpeace, junto con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), debido a que estaban en desacuerdo con la política en generación de energía eléctrica publicadas hace unas semanas por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) y la Secretaría de Energía (Sener) en donde se decía que iban a ser bloquear las energías renovables.
De manera que la organización activista Greenpeace mencionó que hizo uso de las instalaciones de la Central Termoeléctrica de Tula para poder dar a conocer la contaminación que se produce al generar electricidad a base de combustóleo, lo que termina por contaminar el ciel, la vista del sol y un aire puro tal y como se señala en el punto seis del ‘Decálogo para salir del coronavirus y enfrentar la nueva realidad’, presentado hace unos días por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Con esta decisión se garantizan los derechos humanos a la salud, a un medio ambiente sano, a la sustentabilidad y a la legalidad”, explicó la especialista en Derecho Ambiental de Greenpeace México, María Colín, quien consideró a este fallo como una victoria ciudadana que restablece derechos que habían sido vulnerados por ambos instrumentos jurídicos.
Con esto se espera que con la suspensión lograda las empresas se vuelvan más responsables y protejan las condiciones de vida para las generaciones futuras.