Kamala Harris y Donald Trump se citan este viernes en Texas, ella para defender el derecho al aborto en un mitin con la cantante Beyoncé y él para hablar de su tema favorito, la inmigración, sin que las encuestas se muevan a favor de ninguno de ellos a 11 días de las elecciones en Estados Unidos.
Están empatados con un 48% de intención de voto, según el último sondeo del The New York Times/Siena College.
En un país muy polarizado, estas elecciones están creando un revuelo en la prensa.
El prestigioso Washington Post, que apoyó a los candidatos demócratas en las últimas cuatro elecciones, sorprendió anunciando que esta vez se mantendrá al margen. El director general del periódico, propiedad del multimillonario Jeff Bezos, dice que lo hacen para preservar la «independencia».
Texas, un estado del sur gobernado por los republicanos, es una parada poco ortodoxa para los candidatos, que se supone deberían centrarse en los siete estados clave que probablemente decidan el resultado.
Pero tanto la vicepresidenta demócrata como su rival, el expresidente republicano, han decidido dar fuelle a sus campañas recordando lo que los separa.