El café, una de las bebidas más consumidas en el mundo, está atravesando una crisis sin precedentes. En 2025, los precios del grano han alcanzado niveles históricos, generando preocupación entre productores, distribuidores y consumidores.
Factores como el cambio climático, las tensiones geopolíticas y el incremento en la demanda han llevado a un alza sostenida en los costos, afectando a toda la cadena de suministro.
Desde las fincas cafeteras de Brasil y Vietnam hasta las cafeterías de grandes ciudades, el impacto es evidente, y los expertos prevén que la situación podría empeorar en los próximos meses.
Uno de los principales responsables del aumento en los precios del café ha sido el cambio climático, que ha afectado significativamente la producción en los países líderes en la industria. Brasil, el mayor productor de café arábica, ha experimentado condiciones meteorológicas extremas que han reducido drásticamente su producción.
Problemas
Sequías prolongadas: La falta de lluvias en regiones cafetaleras clave ha afectado el crecimiento de los cultivos, reduciendo los rendimientos de las cosechas.
Lluvias torrenciales y heladas inesperadas: Eventos climáticos fuera de temporada han dañado plantaciones y disminuido la calidad del grano.
Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la cosecha de café en Brasil en 2025 será una de las más bajas en la última década, lo que ha generado un efecto dominó en el mercado global.
Por su parte, Vietnam, el mayor productor de café robusta, también ha sufrido un impacto significativo. Las lluvias irregulares y las sequías prolongadas han afectado la producción del grano, reduciendo la cantidad disponible para exportación. Como resultado, la escasez de café en los mercados internacionales ha elevado los precios a niveles récord.