Mientras tanto, las exportaciones de China se contrajeron 14.5%, la mayor caída desde el inicio de la pandemia por Covid-19 en el 2020, debido a una muy débil demanda.
El índice de precios al consumo de China registró una baja de 0.3% anual en julio, en la primera contracción desde hace más de dos años, según los datos publicados este miércoles por la Oficina Nacional de Estadísticas.
Aunque esta reducción de precios puede parecer beneficiosa para el poder adquisitivo, a largo plazo es una amenaza macroeconómica porque los consumidores tienden a retrasar las compras a la espera de caídas mayores en el precio.
Esto a su vez provoca que las compañías reduzcan la producción, congelen las contrataciones o despidan a sus trabajadores.
China tuvo un breve periodo de deflación a finales del 2020 y principios del 2021, debido al hundimiento del precio de la carne de cerdo, la más consumida del país. Antes, el último periodo de deflación fue en el 2009.
Cayeron importaciones y exportaciones
Las importaciones y exportaciones de China cayeron mucho más rápido de lo previsto en julio, ya que la debilidad de la demanda amenaza las perspectivas de recuperación de la segunda economía mundial, lo que aumenta la presión para que las autoridades liberen nuevos estímulos para estabilizar el crecimiento.
Las sombrías cifras comerciales refuerzan las expectativas de que la actividad económica podría ralentizarse aún más en el tercer trimestre, con un debilitamiento de la construcción, la actividad manufacturera y de servicios, así como de la Inversión Extranjera Directa y las ganancias industriales.
Fuente: El Economista