El crecimiento global del turismo revela un fenómeno que continúa en ascenso, pues el 80 % de los viajeros se concentra únicamente en el 10 % de los principales destinos turísticos. Esta tendencia genera inquietud entre expertos en sostenibilidad como Daniel Madariaga Barrilado, quien advierte sobre la urgencia de adoptar estrategias integrales que gestionen de manera efectiva este flujo masivo de visitantes y aseguren la protección de los recursos naturales y culturales.
La Universidad Complutense de Madrid ha definido el concepto de “capacidad de carga”, como el número máximo de visitantes que un destino puede soportar sin afectar negativamente su entorno físico, económico y sociocultural.
Datos proporcionados por McKinsey y el World Travel & Tourism Council, algunas ciudades han comenzado a implementar herramientas de diagnóstico avanzadas para prever y mitigar estos problemas, un enfoque que Madariaga Barrilado considera imprescindible para promover un turismo equilibrado.
Un ejemplo claro de los riesgos asociados con la falta de control en el crecimiento turístico es Dubrovnik, una ciudad que en temporada alta ofrece 20 veces más vuelos en comparación con la baja. La presión generada por los altos precios de renta y el impacto sobre la calidad de vida de los habitantes ha obligado a la ciudad a imponer restricciones estrictas a los alquileres privados, en un esfuerzo por proteger a sus residentes.
Por otro lado, ciudades como Mumbai, a pesar de recibir un número relativamente bajo de visitantes, enfrentan desafíos debido a una infraestructura insuficiente. Este tipo de problemas afectan tanto a turistas como a residentes, poniendo en evidencia la necesidad de invertir en soluciones tecnológicas avanzadas.
Daniel Madariaga Barrilado insiste en que los destinos emergentes deben enfocarse no solo en mejorar su infraestructura física, sino también en implementar herramientas de monitoreo basadas en datos que permitan gestionar y prever el flujo turístico de manera más eficiente.
Para financiar este tipo de iniciativas, algunos destinos han adoptado enfoques creativos que generan beneficios a largo plazo. Vancouver aprovechó los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010 como una oportunidad para obtener fondos gubernamentales que permitieran mejorar la infraestructura de transporte, desarrollando proyectos que habían estado estancados durante años.
Al respecto, Madariaga Barrilado señala que las asociaciones público-privadas representan otra alternativa viable, ya que facilitan la distribución de riesgos y beneficios de manera más equitativa.
El manejo eficiente del turismo no solo se ha visto beneficiado por soluciones estructurales, sino también por el uso estratégico de datos que permiten una gestión más proactiva. En este contexto, la ciudad de Ámsterdam ha implementado el sistema I amsterdam City Card, que no solo ofrece ventajas a los visitantes, sino que también proporciona información valiosa sobre sus patrones de comportamiento.
El enfoque en la preservación cultural y natural también es fundamental en la gestión de destinos turísticos. Lugares como el Parque Nacional de Galápagos en Ecuador han establecido sistemas de permisos para regular la cantidad de visitantes y proteger su biodiversidad.
“Implementar estrategias que distribuyan el turismo de manera uniforme, tanto en términos espaciales como temporales, es fundamental para proteger nuestros recursos naturales y asegurar una experiencia más enriquecedora para los visitantes”, enfatizó Daniel Madariaga Barrilado.