El viraje reciente en Estados Unidos hacia una mayor integración financiera de activos digitales tomó un nuevo impulso cuando Banco de América recomendó a clientes de gestión patrimonial incorporar exposición moderada a criptomonedas. La institución planteó rangos de asignación entre 1 y 4 por ciento, lo que marca un cambio frente a la política previa que limitaba estas inversiones solo a solicitudes específicas.
La decisión responde a un aumento sostenido en la demanda de productos vinculados con bitcoin dentro de plataformas como Merrill, Private Bank y Merrill Edge. Además, la firma anunció que comenzará a cubrir cuatro fondos cotizados de bitcoin a partir del 5 de enero, lo que formaliza un enfoque analítico más amplio para sus clientes.
Estrategia patrimonial y postura de Banco de América
La recomendación señala que perfiles conservadores podrían optar por niveles mínimos de asignación, mientras que inversionistas con mayor tolerancia al riesgo pueden emplear exposiciones superiores dentro del rango sugerido. Por otro lado, el banco subrayó la importancia de vehículos regulados y de un entendimiento claro de los riesgos asociados.
Asimismo, la entidad indicó que su red de más de 15 mil asesores ahora puede proponer estas estrategias, lo que elimina barreras previas y amplía el acceso a instrumentos cripto. También destacó que la actualización refleja un interés creciente por parte de inversionistas institucionales y patrimoniales.
Contexto competitivo y adopción en el sistema financiero
Otras instituciones estadounidenses, como Morgan Stanley, Fidelity, JPMorgan y Schwab, avanzan en estrategias similares para integrar productos digitales en asesoría financiera. De igual manera, diversos bancos esperan definiciones regulatorias del Congreso antes de ampliar servicios de custodia y negociación directa. La volatilidad reciente del mercado, que llevó a bitcoin a retroceder desde máximos superiores a 126 mil dólares hasta cerca de 85 mil, no ha frenado la visión de largo plazo entre grandes gestoras.
Bitcoin registra una caída aproximada de 10 por ciento en el año, mientras el S&P 500 mantiene un avance superior a 15 por ciento.
