La relación entre India y América Latina y el Caribe (ALC) gana tracción en un escenario geoeconómico que exige diversificación de alianzas. La reciente conferencia organizada por la CEPAL en Santiago de Chile puso en evidencia una prioridad compartida: consolidar un nuevo eje de cooperación Sur-Sur basado en comercio, inversión y tecnología. Con un enfoque estratégico, ambas regiones buscan optimizar sus complementariedades productivas para posicionarse con mayor fuerza en la economía global en transformación.
India, una puerta al Asia del siglo XXI
India ya se posiciona como el tercer socio comercial de ALC en Asia, solo detrás de China y Japón. Entre 2006 y 2022, el comercio bilateral se multiplicó por seis, con exportaciones latinoamericanas concentradas en petróleo, minerales, productos agrícolas y químicos. Por su parte, India expande su presencia con inversiones en energía, farmacéutica, tecnologías de la información y manufactura. Además, el país asiático mantiene acuerdos de cooperación con Brasil, México, Colombia, Argentina y Chile, los cuales incluyen líneas de crédito, transferencia tecnológica y asistencia técnica.
Las oportunidades no solo se restringen al comercio de bienes. Existe un interés creciente por desarrollar cadenas de valor compartidas, transferencias de conocimiento digital e innovación verde. Sectores como farmacéutica, energía renovable, agricultura de precisión y tecnologías limpias ofrecen alto potencial de convergencia. Asimismo, se identifican desafíos estructurales como la baja conectividad aérea y marítima, y la limitada institucionalización del diálogo político-económico.
La CEPAL subrayó que la construcción de una agenda India-ALC debe centrarse en integración logística, cooperación financiera y convergencia regulatoria. El impulso diplomático y técnico de esta relación bilateral podría traducirse en mayor resiliencia frente a las tensiones comerciales y tecnológicas globales.
No te pierdas: Grecia atrae inversión inmobiliaria de lujo con precios competitivos
