El auge del nearshoring está reconfigurando el mapa de desarrollo industrial en México, y San Miguel de Allende emerge como uno de los puntos con mayor potencial en el Bajío. Guanajuato, el estado donde se localiza, registró un crecimiento del 3.7% anual —más del doble del promedio nacional— impulsado principalmente por un incremento del 5.6% en la actividad manufacturera.
Este entorno favorece una nueva ola de inversiones en infraestructura, parques industriales y vivienda. En abril de 2025, Guanajuato lideró la región al ser el único estado con nuevos desarrollos industriales, acumulando 48 mil m² en construcción, con predominancia de proyectos Build To Suit.
La vivienda, el siguiente paso en la cadena de valor industrial
Este dinamismo ha generado una demanda creciente de vivienda bien ubicada y con visión de largo plazo. La llegada de empresas internacionales, junto con ejecutivos y trabajadores calificados, requiere soluciones residenciales modernas, sostenibles y conectadas con los polos productivos del Bajío.
En este contexto, San Miguel de Allende ha logrado posicionarse como un punto ideal para el desarrollo de vivienda de alta calidad, sin perder su esencia cultural y su atractivo turístico.
Distrito Corazón: la evolución urbana con identidad
Ubicado en una de las zonas con mayor proyección de San Miguel de Allende, el proyecto Distrito Corazón y su desarrollo estrella, Artesanto, proponen una forma de vida que equilibra diseño, funcionalidad y contexto. Con obras retomadas en 2025, Artesanto apuesta por viviendas pensadas no solo como espacios habitables, sino como inversiones patrimoniales sólidas.
Su cercanía con corredores industriales y servicios, junto con una arquitectura de vanguardia y criterios de sustentabilidad, lo posicionan como uno de los desarrollos con mayor proyección en la región.
Una ciudad preparada para el futuro
La integración entre industria, turismo, cultura y desarrollo urbano convierte a San Miguel de Allende en un modelo a seguir. Artesanto no solo responde a las exigencias de un nuevo perfil de comprador, sino que potencia el valor del entorno mediante una planeación urbana alineada con el crecimiento ordenado y sostenible.
Invertir en San Miguel de Allende hoy es apostar por una ciudad que evoluciona sin perder su esencia, abriendo oportunidades inmobiliarias únicas en un mercado cada vez más competitivo.